La heladeria estaba llena de gente y era dificil poder conseguir aunque sea un helado, y como no, afuera hacia una tarde preciosa pero bastante calida y muchos habian tenido la idea de refrescarse un poco mientras disfrutaban de un delicioso helado. Entre la multitud estaba una hermosa joven de largos cabellos negro y un par de orbes celeste cielo muy intenso, y vestia un elegante y colorido kimono rojo con detalles bordados en blanco. Con su delicadeza y educacion de siempre intentaba acercarse al mostrador pero parecia una mision imposible.
-Nyuu... permiso por favor.- Pidio la muchacha con una expresion adorable a la que pocos fueron capaces de resistirse y cuando estaba por llegar alguien se le atraveso provocando que chocase contra su espalda. -Auch... lo siento.-
-Nyuu... permiso por favor.- Pidio la muchacha con una expresion adorable a la que pocos fueron capaces de resistirse y cuando estaba por llegar alguien se le atraveso provocando que chocase contra su espalda. -Auch... lo siento.-