La brisa era fresca y revitalizante. Kaede lo pudo percibir, mientras esta movia las delgadas hebras de su cabello castaño. Parecía ser un buen dia, habían algunas nubes en el cielo, pero no eran suficientes para aplacar al sol, que entregaba sus rayos de sol gentilmente, haciendo de la temperatura de aquel dia algo agradable.
-Perfecto. Sencillamente perfecto.-Murmuró para si misma, fascinada. No había parado de decirlo desde que se habia levantado. Equilibrio, eso era lo que este día representaba para ella, al presenciar que la cantidad de nubes no podía equiparar al sol, logrando un balance.
Sin desperdiciar tiempo, se vistió rápidamente, atando el obi con la pericia de una experimentada geisha y tomó su cabello con un palillo, dejándolo en una pose relajada. Nada podría perturbarle hoy.
Salió al jardín con todo su equipo de dibujo, pinceles, tintas y pergaminos. Mas su ojo, buscador de la inspiración.
Buscó la sombra de algún árbol y dispuso una manta sobre el suelo. Se sentó, mirando a las maiko pasear y reir, y comenzó a trazar lineas en uno de sus pergaminos, formando la silueta de una de ellas.
-Perfecto. Sencillamente perfecto.-Murmuró para si misma, fascinada. No había parado de decirlo desde que se habia levantado. Equilibrio, eso era lo que este día representaba para ella, al presenciar que la cantidad de nubes no podía equiparar al sol, logrando un balance.
Sin desperdiciar tiempo, se vistió rápidamente, atando el obi con la pericia de una experimentada geisha y tomó su cabello con un palillo, dejándolo en una pose relajada. Nada podría perturbarle hoy.
Salió al jardín con todo su equipo de dibujo, pinceles, tintas y pergaminos. Mas su ojo, buscador de la inspiración.
Buscó la sombra de algún árbol y dispuso una manta sobre el suelo. Se sentó, mirando a las maiko pasear y reir, y comenzó a trazar lineas en uno de sus pergaminos, formando la silueta de una de ellas.