Una pequeña niña de cabellos largos como la noche y ojos color escarlata intenso raros y hermosos a la vez se encontraba caminando por aquellas calles o mejor dicho caminos que creaban los árboles que tenía sus cerezos en flor, los cuales hermosos y delicados eran, la belleza de dicha niña de piel pálida y cuerpo frágil ante la vista de cualquiera que cubierto por la tela de aquel kimono color rosado pálido que flores de color rojo y blanco bordados tenia, contrastaba a la perfección con la hermosa armonía de la naturaleza la cual perfecta era, ante los ojos infantiles y tiernos de aquella pequeña de diez y seis años de edad.
El nombre de tan hermosa niña era sayuri, su contextura aunque aun no muy bien definida era, se notaba bajo el kimono, sus labios rosado pálidos, en contraste perfecto con el rojo intenso de sus ojos, y su cabello negro hacían resaltar la belleza de aquella joven niña que caminaba a pasos silenciosos y lentos, tenia su mirada perdida entre el cielo y los pétalos de cerezo que se soltaban de los árboles con la mas mínima brisa de viento.
El nombre de tan hermosa niña era sayuri, su contextura aunque aun no muy bien definida era, se notaba bajo el kimono, sus labios rosado pálidos, en contraste perfecto con el rojo intenso de sus ojos, y su cabello negro hacían resaltar la belleza de aquella joven niña que caminaba a pasos silenciosos y lentos, tenia su mirada perdida entre el cielo y los pétalos de cerezo que se soltaban de los árboles con la mas mínima brisa de viento.