Ciertamente, no le apetecia una taza de café para tomar, aunque su aspecto fuera tentador. Sin embargo, el calor de este le agradaba, para contrarestar el frio que tenia en esa mañana. Tal vez, mas a causa de la costumbre de su cuerpo a enfriarse facilmente, aunque los no tan fuertes rayos del sol tambien ayudaban un poco.
El caso era, que usaba el calor del café para mantener sus manos calidas, mientras aspiraba un poco el aroma de aquel líquido y determinaba una buena mañana. Comiendo, ademas, unas deliciosas galletas artesanales a las cuales no pudo resistirse.
-Realmente, es un pacifico dia...-pensó Yami, mostrando luego una sonrisa en su rostro.
El caso era, que usaba el calor del café para mantener sus manos calidas, mientras aspiraba un poco el aroma de aquel líquido y determinaba una buena mañana. Comiendo, ademas, unas deliciosas galletas artesanales a las cuales no pudo resistirse.
-Realmente, es un pacifico dia...-pensó Yami, mostrando luego una sonrisa en su rostro.