Otro paciente...

El día no habia estado con mucho trabajo, el perfecto día de verao tenia al parecer sano a todo el mundo. Ryumaru fue en busca de nuevas fichas clinicas para asi revisar a quien debía atender nuevamente.

-mmm... un paciente nuevo. Me parece, generalmente recuerdo a quienes veo, asi que veremos de que se trata-

Siguió su camino por el pasillo, dejando aflojado su brazo derecho en donde tria consigo la ficha y la otra mano metida en el bolsillo de su largo y desabotonado delantal.

Entró a la sala de pacientes y ahí estaba quien al doctor esperaba.

Al entrar y cerrar la puerta oyó el sollozo de una mujer, o mas bien diría el de una muchacha joven, quien acertó al verla sentada en la camilla de pacientes, sin embargo no se encontraba sola, sino acompañada de una joven que de apariencia podría tratarse de menor rango que ella, quizás una sirvienta...

-¿mmm? Buenas tardes señoritas, díganme, ¿en que ayudarlas?-

Revisó el nombre de la ficha, y tal paciente era llamada "Heiwa Tsuki".

Ojeó por toda la silueta a la joven mujer, mientras escuchaba a la otra quien le explicaba lo sucedido.
Con anterioridad le había tocado atender a otras señoritas dadas ser unas bellas geishas, con problemas similares, como cortes accidentales, o bien golpeas dados en alguna mala caída. Y este era el caso de la muchacha que hoy se presentaba.

-Entiendo. Si no me equivoco, es primera vez que asiste al hospital señorita Heiwa, o me equivoco? por lo menos yo jamás la he atendido-

Y era cierto, aunque antes había otro doctor atendiendo en el sector que él ahora estaba, podía ser que si se había aparecido, pero siendo atendida por el otro médico.
Mientras tanto se acercó a la joven y tomándole la mano suavemente comenzó a examinarla.

Chistó y una leve risilla intentó ocultar por el serio gesto de la maiko al decirle a la mujer que callara y se fuera...

-Bien señorita Heiwa, aparte de notar el dolor que le produce que mueva su mano, me doy cuenta que a sido algo poco leve-

Le llamó la atención eso de "...mientras practicaba con sus abanicos". Una mujer común y corriente no practica abanicos y solo se dedica a ella o a su casa, aunque si lo pensaba con detención, la niña era demasiado joven como para estar a cargo de su propia casa. Como si curiosidad lo atrapó, quiso salir de ella.

-¿Cómo es eso de "mientras practicaba con sus abanicos"? ¿acaso es una profesional con dicho arte?. Se lo digo porque me reconozco que me ha llamado la atención-