A la edad de 20 o 21 años la maiko se convierte en geisha a través de una ceremonia llamada erikae, (literalmente, "cambio de cuello") que consiste en cambiar el cuello rojo del quimono interior de la maiko al blanco de la geisha.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la ceremonia que marcaba el paso de maiko a geisha, y la llegada a la edad adulta, se llamaba mizuage, o desfloración ritual. Era normal que todas las maikos, en algún momento de su aprendizaje, pasaran por esta experiencia, considerada traumática para muchas, pero necesaria y por lo tanto, normal. En 1958, sin embargo, se promulgaron leyes anti-prostitución que incluían, entre otras cosas, la prohibición de este tipo de prácticas.
El mizuage no era un proceso fácil y muchas veces tenía una duración de hasta 7 días. Se dice que, durante los primeros encuentros, el patrono utilizaba clara de huevo para lubricar la zona genital de la maiko e iba preparándola introduciéndole los dedos poco a poco, hasta que llegaba el día, marcado por el almanaque, en que, medio vestidos, el patrono completaba el mizuage.
Tradicionalmente, tras el mizuage, la maiko pasaba a llevar un peinado diferente, llamado ofuku e iniciaba la ceremonia del erikae, en la que cambiaba el color de su quimono interior y del cuello, pasando a llevar uno de color blanco en lugar del rojo que habían llevado hasta ese momento, que eran las señales que indicaban que la maiko había perdido su virginidad, lo que solía causarles cierta vergüenza.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la ceremonia que marcaba el paso de maiko a geisha, y la llegada a la edad adulta, se llamaba mizuage, o desfloración ritual. Era normal que todas las maikos, en algún momento de su aprendizaje, pasaran por esta experiencia, considerada traumática para muchas, pero necesaria y por lo tanto, normal. En 1958, sin embargo, se promulgaron leyes anti-prostitución que incluían, entre otras cosas, la prohibición de este tipo de prácticas.
El mizuage no era un proceso fácil y muchas veces tenía una duración de hasta 7 días. Se dice que, durante los primeros encuentros, el patrono utilizaba clara de huevo para lubricar la zona genital de la maiko e iba preparándola introduciéndole los dedos poco a poco, hasta que llegaba el día, marcado por el almanaque, en que, medio vestidos, el patrono completaba el mizuage.
Tradicionalmente, tras el mizuage, la maiko pasaba a llevar un peinado diferente, llamado ofuku e iniciaba la ceremonia del erikae, en la que cambiaba el color de su quimono interior y del cuello, pasando a llevar uno de color blanco en lugar del rojo que habían llevado hasta ese momento, que eran las señales que indicaban que la maiko había perdido su virginidad, lo que solía causarles cierta vergüenza.
Extraido de La Pagina de los Cuentos, modificado para Onnanoko.